El aire de la Riviera Maya era meloso y pesado, perfumado con jazmín y sal. Clara y Pedro habían regresado unos días a la playa, estaban sentados en la terraza del resort, mirando las luces parpadeantes sobre el mar en calma. El viaje era un intento de revivir algo que se sentía moribundo.

"La Marea de Clara"

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​🔥 La Soledad del Encaje Negro: "La Venganza Rosa"

​¿Qué sucede cuando el deseo es una marea creciente y tu pareja está demasiado ocupada con el césped sintético?

​Clara lo tiene todo: un cuerpo hermoso, una cena perfecta y un marido ausente, hipnotizado por el televisor. Sube las escaleras sola, cada escalón es un paso más en la amarga soledad de su anhelo. El encaje negro se siente ridículo.

​Pero una punzada de frustración la lleva a un rincón secreto: una bolsa de terciopelo color rosa chicle que esconde su campeón silencioso. Es la admisión de la derrota conyugal, pero la promesa de una victoria personal y deliciosa.

​Cuando los cánticos de la afición resuenan desde la planta baja, Clara enciende su pequeño motor de placer. Su partido está a punto de empezar, y el resultado... es un GOOOL rotundo y personal.

​No te pierdas este capítulo sobre la dulce justicia, la autosatisfacción y la malicia juguetona que nace de la indiferencia. 📖

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La casa que Clara y Pedro habían construido juntos era una fortaleza de la estabilidad. Con más de veinte años de matrimonio a sus espaldas, habían levantado muros sólidos de hipotecas pagadas, hijos universitarios y una rutina tan predecible como el horario de trenes. Su vida era, objetivamente, un éxito.

Pero la perfección externa a menudo enmascara las ruinas internas.

A los cuarenta y tantos, Clara se encontró habitando una existencia donde la única emoción real era la que se cocinaba en su imaginación. La historia de amor se había estancado en un epílogo eterno de cenas saludables y conversaciones funcionales. Pedro era un hombre bueno, un proveedor excelente, y un compañero de vida tan fiable como un cronómetro suizo; pero en el dormitorio, era un silencio, una presencia inerte que se limitaba a una obligación ocasional, carente de fuego o de curiosidad.

Clara no quería el divorcio; quería el despertar.

Este libro no es la historia de una mujer que busca un nuevo marido, sino la crónica íntima y sin censura de una mujer que busca su propia carne. Es el mapa de su odisea personal desde la insatisfacción silenciada—ese vacío que se acumula tras dos décadas de monotonía—hasta el descubrimiento explosivo de su propia sexualidad.

A través de la complicidad de un resort con un secreto en el techo, la audacia de un botón de compra en línea, la frialdad de un ente paranormal, y el silencio de una almohada, Clara desmantelará la arquitectura de su deseo roto. Descubrirá que la mayor transgresión no es la infidelidad, sino la de negarse a sí misma el placer.

Esta es la historia de cómo Clara, sin salir de su matrimonio, encontró el coraje, y las herramientas, para convertirse en su propia amante más apasionada.

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