"Lo más triste de la vida moderna es que la ciencia acumula conocimiento más rápido de lo que la sociedad acumula sabiduría." - Isaac Asimov

Nos ahogamos en información, pero estamos sedientos de sabiduría. Sin sabiduría, más información solo genera confusión. La inteligencia nos ayuda a lograr lo que queremos, pero la sabiduría es un paso previo. Nos da claridad sobre lo qué merece la pena querer. Nos ayuda a discernir qué cosas son valiosas y cuáles no.

A lo largo de la historia, la humanidad ha perseguido la sabiduría. Distintas culturas han llegado a conclusiones similares sobre cómo vivir por vías muy distintas. Los grandes textos, que han superado el paso del tiempo, son los intentos de nuestros ancestros por destilar la sabiduría que acumulaban.

De hecho, muchas filosofías clásicas consideraban la sabiduría como la virtud más importante, la madre de todas las demás. Sin sabiduría no podríamos aplicar el resto de virtudes. El coraje o la justicia solo tienen sentido si sabemos por qué objetivos merece la pena luchar y qué causas son realmente justas. De hecho, la palabra filosofía significa, literalmente, amor por la sabiduría (phílos = amor, sophía= sabiduría).

Para muchos, la palabra sabiduría suena demasiado abstracta, pero en este libro hablaremos de sabiduría práctica. Esto implica desarrollar primero claridad moral, y después claridad mental. Debemos entender primero qué cosas importan, y desarrollar después estrategias concretas para alcanzarlas.

Sabiduría práctica implica, por tanto, hablar de virtud y de conocimiento, de psicología y de razonamiento. Veremos cómo pensar con claridad y cómo tomar mejores decisiones. Aprenderás a identificar tus sesgos cognitivos y a desarrollar modelos mentales efectivos.

Una buena vida requiere sabiduría, y este libro te ayudará a cultivarla.

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